la misma cama, las mismas manos
los mismos gestos.
Quieto tu cuerpo, la misma cama.
No sé si alguna vez fue pérdida, sólo
adioses. El corazón duele igual.
Cartografía de un nosotres
propuestas y viajes, fuimos parte de
interrumpimos la
deseamos el.
Al menos sé cuando te enojas, y me lo dices y te cambia la voz. Pero no es
severa, es la voz de un niño que
defiende a su amigue en los juegos
de la plaza.
Alfabeto tuyo,
extrañaba ese alfabeto tuyo.
