jueves

reveries de somit

y entonces así fue como llegué hasta acá;
no hay precepto que no sea antiguo.
me pregunto casi todos los días
cómo
llegué
hasta
este
lugar.
y luego vuelvo a recordar la cuestión:
-no eres sino mi espejo
mi satélite
-que orbita?
-sí, que te orbita.
añoro el dorado como señal de la abrupta compañía
llego a pensar que la muerte está ahí sólo para alcanzarla
pero no es muerte si no la decido viva.
en este símbolo diferimos tú y yo
tú le temes, yo la espero
ahí es donde acaba todo
tú y yo
rompemos el espejo
y siete años de mala suerte
7.
igualmente despierto
todos los días
aquí mismo
en el colchón que te echaste.