martes

amaneceseimaginaselmarelazulcobaltoabriéndosecomounaviejamirada

verano

día 2:
en mescolanza con día 1; una idea siempre aguarda para ser atendida. la determinación es más fuerte y el impulso viene solo. el mapa de la mano dice: continúa pero no esperes más encuentros inexistentes, ni en el pasado han quedado siquiera.
día 3:
·el jardín de las delicias
·el misterio
·el ideal
·ganas de llorar
·ganas de desfamilia
·y mar
hay pocas cosas que me atormentan tanto como extrañar la mar y la desfamilia (inventada de lo que hay).
el paraíso
la tierra
el infierno


transición

mirarse en el espejo,
el cielo en la tierra,
el espejo de mirarse
en cualquiera de estas tres dimensiones
que sugieren que ya está todo dicho 
al menos todo creado
un abrazo que de orden 
al poco método 
al invento de la soledad que siento en el útero
que se expande cuando se contrae.
otra premonición enmudecida:
clair(e) de lune o la suite completa, sin partes que le difieran. 
en el entretanto, ejercicios de desunión, 
la mentira de deckard
la violencia camuflada de ford.


otoño

metropoli nublada, jugando a ser real en una ciudad escondida hace años de mí. 
ayer: no animarse a falsear más la no tan abismal diferencia. sin querer, escuchar las conversaciones ajenas rompe con toda la información hasta entonces bien informada, ahora descubierta. 
subir hasta el punto más alto donde la tierra se encuentra al cielo con el que crea el infierno. del que siempre se regresa.
soleada esta vez la libertad en el goce de lo extraño,
lo extraño como catalizador de un deseo pensado roto. el tercer movimiento de la suite, una vez, otra vez. 
hoy: se abre el espacio que separa, se abre con cuchillo, quisiera más o quizás no. porque el juego no funciona así; el poder siempreterno de no estar solx no me corresponde esta vez. el poder de tener alegría dactilar de no soltar. de saber per se quel cariño se abre cual ventana en calamina, el poder del sesgo continuo y el loop perpetuo del atardecer brillante en el muelle.
no para mí, no esta estación.
el mapa de la mano dice:
dejar de confundir deseo con memoria, amor con nostalgia (sic)


fin

rosa solía decirme que yo tenía los pies perfectos. que cualquier zapato me vendría bien. un par de años después, la vendedora de una tienda de calzado me dijo exactamente lo mismo.
todos los zapatos, todas las prendas, el pelo y las sinfonías.

el que imaginas.
el que imagins.
el que imagns.