¿Qué tan extraña es una persona separada que aún no se quita el anillo?
No puede invocar lo que desea sólo con plata y piedras.
Es extraño, mas no ridículo.
Llevaba tres meses limpia y tuvo un día la urgente necesidad de escribirle a su camella.
Por supuesto no la llamó, no puede gastar plata en sustancia y microagujas. Tiene que pagar la deuda de la separación.
Quiso ser honesta al decir que no sabe qué pasó, cómo y en qué momento. Y por qué recién está pensando en esto.
Podría culpar a la abstinencia pero es que ya no tiene fiebre. Por suerte.
La idea de escribir un libro fracasa. El libro ya está hecho, y no la incluye. Pide explicaciones sobre el efecto que ha tenido esto. Pide respuestas.
Quiere más de lo que puede dar.
Quiere pedir disculpas
Intentarlo
Comprar la taza que le rompió.
En medio de toda la incertidumbre, prefiere pensar que no ha pasado nada, que sólo ha sido una de las infinitas posibilidades pensadas por una mente esencialista.
Kismet > Jade
Concretamente se acaba el verano y piensa en gritar por la ventana que al fin se ha quitado el anillo. Pero es mentira.
Todo es mentira.
Va a escribir cartas así hasta quedarse sin tinta, la valija ya está hecha. El libro ya está hecho. Y se han hecho sin ella.
Y no es ella quien escribe todo esto, ni quien llama a su camella para preguntarle si ha logrado conseguir lo suyo.