la espera es corta cuando la cuerpa se mueve.
los sueños no se olvidan tan fácil, está ahí la alarma que suena.
no es mi problema su idiotez pero hoy en el espejo vi mi orgullo, vi el talón que me enferma.
con cada relato imagino el escenario, la escena se repite. cuando hay alma pa traer no siempre hay que ir a buscarla.
que bien hace volver al sur, pensé al subir las escaleras del transbordador. queda por definir si Mrs. Dalloway tiene o no tenores feministas, (que bien hace escribir) lo había olvidado. nube de triskel. lugares que se habitan solos, como el cuento de la niña con el pelo dorado. la ambivalencia es útil para apostar lo material y nada más que lo material.
en el ojo, el impacto sólo puede venir por inercia. inercia de mí misma.
me han explicado sobre mi posible TLP. tuerta y diagnosticada (¡gratis!).
{HPO OI} cambia algo el juicio? puedo ver alguna cosa que sea real?
ayer alberto habló de hortensia, tuve que levantarme al baño para poder llorar.
junto con el pez que devolví, le vendí un ojo al río. no pude pagar el precio de piedra.
la mirada dura de insomnio, se me parte el pecho en el cuarto blanco y oscuro, me rompo otra vez.
hortensia
en el limbo
no estás
me agarraste la mano justo antes de despertar.
en fin,
hace años que no me dormía tan temprano, temiendo de lo que pueda pasar, entregada al diagnóstico.
voy sorteando las dependencias, imaginándome libre por las líneas que me sobran. espérate un rato, me dicen, aléjate. ¿puedo intentarlo? llueve, aún cuando no lo sentimos. relación medrosa la que sostenemos, que tontera la de no dejarse amar.
típico de valentina, alejarse justo en un buen momento. me olvido de lo que me asusta.
mancha solar de esquirlas, herida penetrante ocular. no hay paz para ls perdids, decimos.
es de noche, al fin me envuelvo en la filigrana dorada. mentira que he olvidado. el amor vuelve a la cuerpa como encender la lámpara. agujero de tiempo en el cuarto blanco. interpretación de sueños express durante la ducha reglamentada de las 8am.
todo sigue normal afuera, yo siento que el mundo se acaba cada vez más rápido acá dentro. despierto del sueño hacia otro sueño. de la anestesia a la hormona visitante, de la hormona a la benzodiazepina.
el pasillo blanco está frío, quiero respuestas que no tengo y tengo preguntas que no quiero, mejor lejos de la gente y del tumulto que puede amar sin odiar.
olvido lo que escribo y lo que hago, no sé qué día es hoy. no quiero más este peso sobre mi pecho.
después de todo / no hay paz para ls perdids / decimos / mirándonos / los restos / cruzar.
síntoma ineludible: REL. INE.
primera luna llena que no observo en años. toda luz entra por la piel, nuestro cuarto blanco da al poniente. el contraste me calma la tez, la sien aún duele del impacto.
a la distancia el viento quieto mueve la casa y ya no puedo siquiera bajar las escaleras. el paisaje ya no entra, el rayo verde se oculta antes de tiempo. no logro creerle cuando me dice que conmigo quiere estar ¿cómo alguien querría estar con nosotras? no logro encontrarle la magia que en otro vi, en aquel eterno sendero de niebla y argumento. de siesta bajo el árbol. si eso no fue amor sin odio, no existe el mundo, no existe la justicia, ni el carro, ni la fuerza.
quiero dejar claro que estamos tods enferms, pero de condición, jamás de enfermedad. y que si la fe no hubiera huido, aún podría intentarlo. como dijo ella, había que escribir sin para qué sin para quién.
no sé qué día es hoy, en este santiago de chile otoñal.
pero me sirve escribir.
extraño a C. compañera de cuarto blanco. su síndrome es mucho más grave porque poco se sabe de el. mi supuesta HPO devenida en posible sclopetaria es un juego veleidoso al lado de lo suyo. por las tardes ayudaba a sus hijos por teléfono, indicándoles qué hacer con sus tareas escolares, los números primos tienen únicamente dos soluciones. me confesó de repente, que su temor más grande era encontrarse con un médico que no supiera nada de su condición, estaba cansada de que experimentaran con ella, pero la fortalecía pensar que eso ayudaba a quienes vinieran después. sólo una noche lloró, después de que la anestesia se le borrara del cuerpo el día que nos operaron. con afán me levanté, le acaricié con tristeza la frente en la oscuridad de esa lámpara encendida por reglamento.
¿cómo ha pasado tan rápido el momento? todo se me escapa y no entiendo por qué.
de pequeña pensaba que el tiempo dependía del sol y de la luna. una mañana desperté con una polilla aleteándome al oído, al cogerla sin querer la maté. mis dedos quedaron cubiertos por un polvillo dorado. en ese momento comencé a creer en la magia.
ahora la tengo lejos, allá donde no puedo ver, allá donde vendí mi ojo al río.
con el otro miro mis manos cada tanto, para ver si acaso estoy acá.
ayer un décimo planeta me visitó, todo tan distinto sigue igual.
hoy fotocoagulación, imageneología tanatológica
el hambre hace la espera
más larga.