miércoles

chau al fin


la verdad de una media luna es que no puede hacer más que cambiar de un lado a otro la percepción más sucia de querer que la noche se acabe tranquila.


Recepción atemporal o mejor dicho, lonjitudes extraordinarias:

"Quizá no cabría un agujero de Alicia, pero sí la cotidianidad de un plato o de una almohada, llevados a una maravilla inefable, la maravilla de la idiotez del cariño, a la magia de la ingenuidad que piensa que el plato ya no es plato en sus tres dimensiones, sólo por estar contigo en la cuarta."

En la idiotez del cariño me desenvuelvo 30 minutos en los que estarás lejos, pero me acuesto, porque tus 30 minutos son tan sólo un eufemismo
está bien, obviemos que el patrón es eterno;
                                                          pies en el barro
                                                                         y 
                                                          viento en la cara.   pero aceptemos que ni las epifanías resueltas en noches arborescentes llenas de plumas y bellas suposiciones de algunos entonces distorsionarían de forma alguna lo que fue aquesta tragedia griega...

(atemporal a tiempo):
"sólo yo sabía que era el final del beso al final de la sonrisa, casi a un lado de la calle
sólo yo sabía; pertenecía la razón a mi anhelo de detener el tiempo y devolverlo hacia atrás.
volver a decir éramos… o más bien somos pero con la sombra errónea,
errónea en cada fragmento tan interestelar,
errónea y fugaz,
fugaz el último beso entre muelles y porotos granados"