de letargos infinitos en posiciones obtusas,
de la cama al living -al vivir-.
No me digas que le estamos dando unas vueltas, un tiempito de edición, quizás más que un tiempito, tal vez un tiempo que se transforma en la masa del olvido de la puta pregunta que te acabo de hacer...
votemos ahora: ¿qué pretendemos?
si entre tanta algarabía melódica, no hayas dónde meterte y te comprimes en pixeles.
no quiero inyectarte el fatalismo puro que sale de mi bocanada, pero el silencio perpetuo deja a los cuerpos en letargos obtusos infinitos de posiciones que sufren de doble trabajo: ir y volver.
sólo dime, ¿estás o no estás?